
Se inicia el bordado artístico y ornamental hacia 1400, bordando ornamentos religiosos, reposteros y estandartes para la nobleza y la parte moruna de la Península. Sigue la tradición, ganando un gran prestigio a nivel nacional e internacional, haciendo de la seda una materia muy valiosa para el bordado, lo que produce un auge en la profesión y esplendor en la economía de nuestra Región.
Lorca, ciudad de prestigio y, en colaboración con la producción de seda de la Región, alcanza su máximo esplendor en el siglo XIX y principios del siglo XX, siendo el máximo exponente de este arte, los magníficos bordados de las cofradías de Semana Santa.
Andrés Nicolás Moreno nace en Murcia, en la popular plaza de las Flores, hijo de un murciano y una lorquina; a partir de los 15 años entra a formar parte del ambiente profesional de las procesiones de Lorca, estudiando el bordado de la seda y el oro en un momento en el cual había perdido su esplendor y continuidad.
De la mano del prestigioso pintor murciano D. Manuel Muñoz Barberán trataron de darle el empuje que había perdido el bordadoaprendiendo de éste cómo dar luces y realce a las sedas; también consiguió continuar con las enseñanzas de artesanas tan importantes como Engracia Salgado y otras, para conseguir estudiar y aprender técnicas más depuradas, las cuales intentó mejorar para poder así introducir nuevas técnicas más actualizadas y modernizar el bordado. De esta forma podemos decir que ha conseguido implantar las artes de la pintura, la escultura y la orfebrería en los bastidores por medio de la aguja.
Durante estos 40 años de afanoso estudio, los talleres "La Egipcia" y el taller-escuela "La Egipcia" han enriquecido el patrimonio artístico de las cofradías, se ha implantado la máxima perfección en el retrato por medio de la aguja y la seda, encontrándose en el Palacio de la Zarzuela un retrato de Su Alteza Real el Príncipe Felipe, realizado en seda.
Cabe destacar que gracias a su labor y a sus continuos estudios en este campo, ha potenciado el arte del bordado en "Llos Caballos del Vino" de Caravaca, haciendo de 4 a 5 mantos de caballos anuales y consiguiendo los primeros premios de enjaizamiento. También ha engrandecido el patrimonio artístico de las mejores cofradías de la Región de Murcia, Alicante, Valencia, Sevilla, etc.
Dicho taller ha realizado innumerables trabajos para comunidades autónomas, centros oficilaes, Estado Mayor, Casa Real, así como mantos y ajuares de numerosas patronas de Murcia, Alicante y Valencia.